Wednesday, March 28, 2012

Entrevista a Robertico Carcassés

Entrevista a Robertico Carcasses por Eva Silot en cubaencuentro



El 1ro de abril Miami volverá a disfrutar de la presencia de lo más relevante de la escena de la Música Alternativa Cubana, luego del reciente concierto del proyecto Havanization en febrero pasado. Esta vez se presentará el grupo Interactivo, directo desde la Habana, a las 7:00 pm en el North Band Shell, en Collins Ave y la 73 St., Miami Beach. El evento será presentado por FUNDarte y Miami Light Project, como parte de la quinta edición del Global Cuba Fest.
Interactivo es una banda que fusiona y actualiza la música cubana con diversos géneros musicales, entre los que sobresalen el funk, el jazz, la timba, la trova, la música brasileña, el rock argentino y el pop, entre otros. Se han presentado con regularidad en diversos escenarios de Europa y Latinoamérica. Esta será el primer concierto de Interactivo como banda en los Estados Unidos, y contará con la participación especial del director, compositor y arreglista Robertico Carcassés, y los cantautores William Vivanco, Francis del Río, Telmary y Melvis Santa; el trompetista Julio Padrón, y el baterista Oliver Valdés, entre otros.
A propósito de este evento CUBAENCUENTRO conversa con Robertico Carcassés.
El Grupo Interactivo, que creaste y diriges desde el 2001, es un collective representativo de lo mejor de la música cubana alternativa de los últimos veinte años. Podrías compartir tu opinión sobre los músicos que lo integran, sobre todo para los lectores menos familiarizados con la banda.
Robertico Carcasses (RC): Los cantantes de Interactivo que se presentarán en Miami: Telmary, Francis del Río, William Vivanco Y Melvis Santa, también son compositores y tienen sus propios proyectos independientes. Telmary es de formación autodidacta, viene del mundo del hip-hop y es una especie de Jazz Poet con sandunga cubana, muy creativa y carismática. Francis del Río es un explosivo cantante timbero, gran improvisador y difícil de comparar con algún otro, se podría decir que es el que aviva a las audiencias en los conciertos. William Vivanco, de procedencia santiaguera, trae consigo toda la influencia de la trova tradicional oriental, la nueva trova y la música caribeña. Se acompaña de su guitarra y es un magnífico y peculiar compositor . Melvis Santa, fundadora del cuarteto vocal Sexto Sentido, tiene todo el soul natural de la mulatez criolla en la música y el canto, así como la cubanía a lo Omara Portuondo o Celeste Mendoza.
En la batería estará Oliver Valdés, quien a pesar de su juventud posee una extensa trayectoria de colaboración con importantes músicos dentro y fuera de la Isla. Oliver se ha convertido en referencia para todos los bateristas que actualmente frecuentan nuestros conciertos. También estará Julio Padrón, para mí uno de los más grandes trompetistas que ha dado Cuba en todos los tiempos. Pasó por el septeto Ignacio Piñeiro, el grupo de Adalberto Álvarez e Irakere, por solo nombrar algunos, también canta muy bien y pone a gozar a todos.
Las congas estarán a cargo de Adel Gonzáles, que ha tocado en bandas como Afrocuban All Stars e Irakere, entre otras; joven también aunque ya es un maestro de la percusión muy respetado entre percusionistas del mundo. Juan Carlos Marín, trombón de Santa Amalia, ha pasado por Afrocuban All Stars y Klimax. Es un gran músico, compositor y arreglista. En el bajo estará Carlos Ríos, hijo de Efraín Ríos y sobrino de Luis Ríos, un niño prodigio de ese instrumento con gran talento y musicalidad.
¿Qué caracteriza a la música que hace la generación de músicos que integran Interactivo?
RC: Es una música que tiene bastante fuerza rítmica, que utiliza la fuerza rítmica, armónica y melódica de las corrientes de música que se oyen en Cuba hoy, que son diversas. En Cuba siempre se ha escuchado mucha música diferente y de distintas partes del mundo. Por tanto, tenemos referencias de la música norteamericana, inglesa, española, brasileña y argentina, entre otras. Del rock argentino seguimos el legado de músicos como Fito Páez y Charlie García específicamente. De todos los “monstruos” brasileños nos informamos de músicos como Tom Jobim, Djavan —fundamental para esta generación—, Hermeto Pascual y de Egberto Gismonti, entre otros. La música brasilera es muy amplia y rica, y en Cuba se escucha bastante. Yo diría que en Cuba se escucha mas música brasileña que en Brasil música cubana.
Tengo asimismo mucha influencia de pianistas cubanos como Ernán López Nussa, Gonzalo Rubalcaba, Emiliano Salvador y Chucho Valdés. Oriente López ha incidido mucho en mi forma de ver la música, de hacer arreglos y de componer, así como mi padre, Bobby Carcassés. Agrupaciones como NG La Banda, Irakere, La Ritmo Oriental y Opus 13, forman parte fundamental de mis referencias musicales. Uno siempre trata de influenciar un poco el entorno en que vive, porque hay cosas con las que estás de acuerdo y otras con las que no, y algunas que te gustaría que fueran de manera diferente. Si ves que lo que haces incide de alguna forma sobre la gente es gratificante, y eso lo he sentido. Es algo un poco mágico. Tu lo puedes monitorear e impulsar un poco. A mí personalmente no me gusta insistir mucho en ser escuchado, lo que hago es porque siento la necesidad de expresarme, me gusta que tenga su curso orgánico. Quizás eso tenga que ver con provenir del mundo del jazz. Los jazzistas son músicos que viven fundamentalmente con la música, mas allá de su impacto.
¿Crees que puede hablarse de una generación “Interactiva” de músicos cubanos, que abarca a músicos tanto de dentro como de fuera de Cuba desde fines de los 80-90?
RC: Hay muchos músicos que piensan que compartir música y experiencias con otros músicos y artistas en general te enriquece. Pienso que entender eso es algo importante para cualquier artista. Hay otros que son mas herméticos. Trato de hacer en la música siempre algo que por lo menos a mí me resulte novedoso, interesante, diferente de lo que hacen los demás. Lo que hacemos en Cuba es colaborar cada uno en los discos de los otros. Y no solamente en Cuba. En una de las ocasiones anteriores en que vine a Miami estuve trabajando con Luis Papo Márquez, grabamos varias cosas juntos. Papo luego fue a Cuba y grabó con Mayito, con Samuel, con Robertón, con varios músicos de allá. Leo García, director de Timbalive, ha grabado con varios músicos en Cuba. Es decir que la colaboración y la interacción en la música cubana no es algo que inventé yo, eso siempre existió. En el momento en que me ha tocado lo que he intentado hacer es ayudar a que la gente se desprejuicie un poco en las que tengo la oportunidad de participar o propiciar.
¿Qué distingue a la música que haces de otras generaciones o movimientos en la música cubana?
RC: Lo que la distingue fundamentalmente es la época en que estamos viviendo, que tiene otros agregados. Pero lo que hacemos es un seguimiento de lo que hacía Irakere, el Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC, trovadores como Silvio y Pablo. Estos últimos eran desprejuiciados con la música que hacían en su momento. De hecho una canción como “Cuba Va” es un rock and roll mezclado con funk. Qué canción hay más cubana que esa y que al mismo tiempo no lo parece. También la Orquesta de Música Moderna, ellos tenían una visión de la música muy abierta, desprejuiciada. Músicos como Paquito D’Rivera y Chucho Valdés cuando eran jóvenes no tenían prejuicio alguno. Hace poco estaba escuchando un cantante de un disco del grupo Guapachá. Es un cantante que ya murió y hacia Scat, hay un disco de él con el combo de Chucho que tocan Paquito y Carlos Emilio. Ese es tremendo disco. Lo que hacían ahí te das cuenta que no tenían prejuicios con la música. Y así yo veo a la generación de músicos a la que pertenezco, continuadores de ese desprejuicio a la hora de abordar la música, pero en esta época.
La música cubana es tan rica porque es abierta a todo tipo de influencias, y los músicos cubanos casi siempre no han tratado de delimitar lo que es cubano de lo que no lo es. Uno es ciudadano del mundo. Ser cubano es una identidad, sabes que es una cultura profunda, es una nacionalidad que tiene su complejidad y su propia distinción, no solamente en la música, sino en la literatura, en las artes plásticas, en la expresión y forma de ser del cubano. Eso siempre ha estado. Un ejemplo es Martí, quien era tan universal y a la vez tan cubano.
¿En la música que haces qué influencia tienen cubanos de la diáspora?
RC: Yo siempre estoy intercambiando música con cubanos que no viven en Cuba, nunca he parado de hacer eso. La mayoría de los músicos de mi generación se fueron de Cuba, muchos se han ido y algunos han regresado. Por ejemplo David Torrens que vivió mucho tiempo en México; Equis Alfonso, Kelvis Ochoa y Raúl Torres que vivieron un tiempo en España. Con Descemer Bueno he estado trabajando todo el tiempo, en producciones desde Gema y Pavel, así como con Columna B, el disco de Santiago Feliú,Hay la Vida, entre muchos otros. En los dos discos independientes que he hecho recientemente:Invitation, 2000 (Velas) y Matizar, 2008, (Interactivo Records); así como los de Interactivo: Goza Pepillo, 2005 (DM Ahora!) y Cubanos por el Mundo, 2010, (Bismusic), han estado presente esa colaboración con músicos cubanos de todas partes. También es el caso de mis colaboraciones como arreglista en discos de Haydée Milanés, co-productor de Yusa en Breathe; en el nuevo disco de Boris Larramendi, Libre, 2011, en donde también participa Horacio El Negro Hernández, y en donde intervienen varios músicos que no viven en Cuba.



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