La timba, género musical bailable por excelencia en Cuba, surgió en
medio de la profunda crisis económica de la última década del siglo XX.
Sus antecedentes musicales se remontan al propio desarrollo de la música
popular bailable más reciente en la Isla, protagonizada por bandas como
Irakere y Los Van Van, así como a la creciente influencia en dicha
escena de géneros como el jazz, la salsa, el hip-hop y el funk.
La timba también representó una síntesis y revitalización de la evolución de las tradiciones africanas en la música cubana. A su auge contribuyó la apertura de una red de lugares turísticos nocturnos en La Habana, como parte de una estrategia adoptada por el establishment cubano para la captación del dólar estadounidense ante la crisis de fines de los noventa.
La proliferación de excelentes bandas cultivadoras del género como NG La Banda, Paulito FG, Issac Delgado, La Charanga Habanera, Adalberto Álvarez y Manolín, El Médico de la Salsa, entre muchas otras, así como la conformación de una entusiasta audiencia de bailadores, contribuyeron a la progresiva expansión, diversificación y codificación de la timba.
Tanto en Latinoamérica, Estados Unidos como en Europa, algunos músicos cubanos han seguido desarrollando la timba, y captando la atención de un sector importante de bailadores y amantes del jazz latino, la salsa y la música cubana. Una de estas bandas es Havana NRG, radicada desde 2002 en la ciudad de Dallas (Texas), y con dos discos en su haber: Camino al Cielo (2003) y Receta Perfecta (2009, NRG Records/ Cabeza Productions), que cuenta con excelentes críticas por parte de la prensa especializada. Para indagar sobre los desarrollos de la timba luego de 20 años, conversamos con Mariela Suárez, directora de Havana NRG.
¿Qué caracteriza a Havana NRG dentro de la escena de la timba?
Mariela Suárez (MS): Se caracteriza por la variedad de géneros que abarca y por su excelencia instrumental, de lo cual la timba no es la excepción. Como parte de la generación de cubanos que creció y se desarrolló musicalmente con la timba, ésta es parte fundamental de nuestro sello y de nuestras inquietudes musicales. Definitivamente, hay una conexión con la timba que se hace en la Isla, con grupos como Manolito y su Trabuco, Havana d’ Primera, entre otros. Su reto es brindar calidad musical en el género que sea. No nos permitimos degradar la música con el propósito de hacerla comercial y/o popular. Hay una responsabilidad moral como músicos que nos exige educar tanto como nos sea posible y, gracias a Dios, lo hemos logrado en gran medida. Creo que el mayor de nuestros aciertos es tener variedad de géneros y mostrarle al mundo que no hay género malo, si no “mal tocado”. De eso me siento realmente orgullosa.
¿Cuáles en tu opinión el estado actual de la timba en la música popular cubana?
MS: Desafortunadamente, siento que la timba está en decadencia, debido a la misma situación social que ha definido la vida de los cubanos dentro y fuera de la Isla. Hay pocas bandas tratando de defender el género. En mi opinión, entre las bandas nóveles que se han dedicado de lleno a este rescate se encuentran Havana d’ Primera, Timbalive y Tiempo Libre. Me gustaría mencionar una tendencia muy interesante que está ocurriendo en estos momentos y que está conviviendo con la timba e interaccionando con ella. Me refiero al reguetón cubano, el cual, producto de esta mezcla, está adquiriendo características únicas desde el punto de vista musical, aunque inserto en un mercado que también comienza a saturarse un poco.
¿Cuál ha sidola influencia de la experiencia de la emigración en la timba que se hace por músicos cubanos fuera de Cuba?
MS: Creo que cada núcleo de cubanos tiene que adaptar la timba a su propia situación de público. En nuestro caso, en Texas, comenzamos educando al público con temas “ligeros” como los de Manolito Simonet e Issac Delgado. Estos temas eran más “comprensibles” para el bailador desde el punto de vista del groove, para mover los pies y también musicalmente, ya que sus arreglos e instrumentaciones, aunque timberos, son más similares a la sonoridad de la “salsa”, a la cual vienen impuestos por muchos años. Una vez pasada esa fase, comenzamos entonces a tocar temas más complejos, donde incluimos también nuestra música original. El hecho de haber pasado por terceros países antes de llegar a EEUU te da una visión de la necesidad de adaptar esa sonoridad especialmente cuando estás introduciendo el género.
Hay lugares de EEUU donde ha habido mayor difusión de la timba, como la mayoría de las ciudades importantes en la Costa Oeste. Por naturaleza, en estas ciudades ha sido más fácil debido a un conocimiento previo. En otros estados, como Texas, donde he residido los últimos 11 años, el conocimiento era prácticamente nulo, por tanto, la introducción del género se fue dando gradualmente como expliqué anteriormente. Los grupos timberos fuera de Cuba, en su mayoría, han tratado de reproducir el sonido del principio y mediados de los noventa de Cuba. En algunos casos también se han dado mezclas de sonoridades para ayudar al nuevo bailador a “aclimatar” el oído y para hacerlo sonar acorde con el mercado actual, como es el ejemplo del Cubatón.
¿Crees que existe o pueda conformarse un mercado internacional para la timba?
MS: Definitivamente. Se ha demostrado que en ciudades de Europa donde hay una amplia difusión de la timba es altamente aceptada. Aunque no necesariamente sea a través de la radio comercial. Los DJs en los centros nocturnos y los maestros de salsa han hecho una gran labor de difusión y promoción. Grupos timberos de Cuba y ahora también de EEUU tienen muchas presentaciones en vivo “a casa llena”, y el público europeo es altamente receptivo y comprende el género con todo lo que conlleva desde el punto de vista musical y el bailable. Hay países de Latinoamérica con alta emigración de cubanos, como Perú y México, donde también la timba se aprecia mucho y no solamente por cubanos emigrados. Pienso que este fenómeno se da especialmente en las ciudades con mayor desarrollo cultural y social, o también donde predominaba el gusto por la música bailable que derivaba de ritmos cultivados por la raza negra.
En los últimos tiempos se evidencia un auge de géneros como el reguetón, en la preferencia de los bailadores en la Isla. Esa versión de reguetón llamada “cubatón” ha traspasado las separaciones impuestas entre Cuba y los Estados Unidos con relativa inmediatez, a través de la presencia sistemática de grupos que cultivan el género en ciudades como Miami, y su difusión en la radio y clubes nocturnos locales con progresiva normalización. ¿Cuál es la influencia de la timba en el llamado cubatón?
MS: Toda la influencia. Como mencionaba antes, el reguetón cubano tiene una sonoridad única en el mercado, precisamente por la mezcla con la timba. Los cultivadores de este género en Cuba han sabido rehacerlo de una manera propia y es por eso que los cubanos se sienten altamente identificados con el mismo, a pesar de que nació en Panamá y más tarde fue comercializado a gran escala por los puertorriqueños.
A partir del auge de la timba en Cuba se evidencia una progresiva visibilidad de cantantes y músicos mujeres en la música popular cubana. ¿Cuál es en tu opinión el lugar de la mujer en la escena de la timba, ya sea como músico, en las letras o como parte de la audiencia?
MS: Aunque la timba es un género mayormente tocado por hombres, ha habido mujeres que han salido también a defender y representarlo, de las cuales me siento parte orgullosamente. Ha habido grandes vocalistas, como Vannia Borges, Haila Mompie, Ayme Nuviola, Jeny Valdes, entre otras. En el gran boom de la timba a mediados de los noventa empezaron a surgir agrupaciones timberas de mujeres como PG, además de las legendarias Anacaonas, que renovaron sus músicos y comenzaron a hacer sus arreglos más acorde con el fenómeno musical llamado “Timba”. Con respecto a las letras, creo que reflejan una realidad social inherente a la cultura cubana moderna. Es un extraño proceso donde me atrevería a decir que muchas mujeres se sienten “halagadas”, contrariamente a lo que el sentido común pudiera concluir de estas letras. Al interpretar el vocabulario de la calle y conocer su verdadero significado, siento que muchas mujeres estarían muy lejos de sentirse ofendidas. No quiero defender la falta de creatividad en las letras, creo que se puede hacer mucho más, pero definitivamente ha sido buena comidilla para los detractores del género que, además, casi nunca hablan de grupos timberos que tienen mucho más nivel en sus líricas, o donde sencillamente la mujer no es necesariamente el tema principal de las canciones.
¿Qué opinasde la acogida de este género en Estados Unidos y Europa?
MS: La timba es un género rico desde dos puntos de vista, el bailable y el musical. Unido a esto, la falta de difusión en EEUU ha conspirado altamente en su contra y le deja un gran espacio a las personas que sostienen la teoría de que “es demasiado complicado” o “es un género solo para cubanos”. La experiencia europea lo desmiente totalmente. Dependerá de la generación timbera, que además coincide con una generación con alto nivel musical y de información, que prosiga la educación a las audiencias sobre el género. Quiero darle las gracias a los músicos y DJs cubanos que se siguen atreviendo y a los no cubanos que le han dado su apoyo. Saludos desde Texas y que viva la música cubana.
La timba también representó una síntesis y revitalización de la evolución de las tradiciones africanas en la música cubana. A su auge contribuyó la apertura de una red de lugares turísticos nocturnos en La Habana, como parte de una estrategia adoptada por el establishment cubano para la captación del dólar estadounidense ante la crisis de fines de los noventa.
La proliferación de excelentes bandas cultivadoras del género como NG La Banda, Paulito FG, Issac Delgado, La Charanga Habanera, Adalberto Álvarez y Manolín, El Médico de la Salsa, entre muchas otras, así como la conformación de una entusiasta audiencia de bailadores, contribuyeron a la progresiva expansión, diversificación y codificación de la timba.
Tanto en Latinoamérica, Estados Unidos como en Europa, algunos músicos cubanos han seguido desarrollando la timba, y captando la atención de un sector importante de bailadores y amantes del jazz latino, la salsa y la música cubana. Una de estas bandas es Havana NRG, radicada desde 2002 en la ciudad de Dallas (Texas), y con dos discos en su haber: Camino al Cielo (2003) y Receta Perfecta (2009, NRG Records/ Cabeza Productions), que cuenta con excelentes críticas por parte de la prensa especializada. Para indagar sobre los desarrollos de la timba luego de 20 años, conversamos con Mariela Suárez, directora de Havana NRG.
¿Qué caracteriza a Havana NRG dentro de la escena de la timba?
Mariela Suárez (MS): Se caracteriza por la variedad de géneros que abarca y por su excelencia instrumental, de lo cual la timba no es la excepción. Como parte de la generación de cubanos que creció y se desarrolló musicalmente con la timba, ésta es parte fundamental de nuestro sello y de nuestras inquietudes musicales. Definitivamente, hay una conexión con la timba que se hace en la Isla, con grupos como Manolito y su Trabuco, Havana d’ Primera, entre otros. Su reto es brindar calidad musical en el género que sea. No nos permitimos degradar la música con el propósito de hacerla comercial y/o popular. Hay una responsabilidad moral como músicos que nos exige educar tanto como nos sea posible y, gracias a Dios, lo hemos logrado en gran medida. Creo que el mayor de nuestros aciertos es tener variedad de géneros y mostrarle al mundo que no hay género malo, si no “mal tocado”. De eso me siento realmente orgullosa.
¿Cuáles en tu opinión el estado actual de la timba en la música popular cubana?
MS: Desafortunadamente, siento que la timba está en decadencia, debido a la misma situación social que ha definido la vida de los cubanos dentro y fuera de la Isla. Hay pocas bandas tratando de defender el género. En mi opinión, entre las bandas nóveles que se han dedicado de lleno a este rescate se encuentran Havana d’ Primera, Timbalive y Tiempo Libre. Me gustaría mencionar una tendencia muy interesante que está ocurriendo en estos momentos y que está conviviendo con la timba e interaccionando con ella. Me refiero al reguetón cubano, el cual, producto de esta mezcla, está adquiriendo características únicas desde el punto de vista musical, aunque inserto en un mercado que también comienza a saturarse un poco.
¿Cuál ha sidola influencia de la experiencia de la emigración en la timba que se hace por músicos cubanos fuera de Cuba?
MS: Creo que cada núcleo de cubanos tiene que adaptar la timba a su propia situación de público. En nuestro caso, en Texas, comenzamos educando al público con temas “ligeros” como los de Manolito Simonet e Issac Delgado. Estos temas eran más “comprensibles” para el bailador desde el punto de vista del groove, para mover los pies y también musicalmente, ya que sus arreglos e instrumentaciones, aunque timberos, son más similares a la sonoridad de la “salsa”, a la cual vienen impuestos por muchos años. Una vez pasada esa fase, comenzamos entonces a tocar temas más complejos, donde incluimos también nuestra música original. El hecho de haber pasado por terceros países antes de llegar a EEUU te da una visión de la necesidad de adaptar esa sonoridad especialmente cuando estás introduciendo el género.
Hay lugares de EEUU donde ha habido mayor difusión de la timba, como la mayoría de las ciudades importantes en la Costa Oeste. Por naturaleza, en estas ciudades ha sido más fácil debido a un conocimiento previo. En otros estados, como Texas, donde he residido los últimos 11 años, el conocimiento era prácticamente nulo, por tanto, la introducción del género se fue dando gradualmente como expliqué anteriormente. Los grupos timberos fuera de Cuba, en su mayoría, han tratado de reproducir el sonido del principio y mediados de los noventa de Cuba. En algunos casos también se han dado mezclas de sonoridades para ayudar al nuevo bailador a “aclimatar” el oído y para hacerlo sonar acorde con el mercado actual, como es el ejemplo del Cubatón.
¿Crees que existe o pueda conformarse un mercado internacional para la timba?
MS: Definitivamente. Se ha demostrado que en ciudades de Europa donde hay una amplia difusión de la timba es altamente aceptada. Aunque no necesariamente sea a través de la radio comercial. Los DJs en los centros nocturnos y los maestros de salsa han hecho una gran labor de difusión y promoción. Grupos timberos de Cuba y ahora también de EEUU tienen muchas presentaciones en vivo “a casa llena”, y el público europeo es altamente receptivo y comprende el género con todo lo que conlleva desde el punto de vista musical y el bailable. Hay países de Latinoamérica con alta emigración de cubanos, como Perú y México, donde también la timba se aprecia mucho y no solamente por cubanos emigrados. Pienso que este fenómeno se da especialmente en las ciudades con mayor desarrollo cultural y social, o también donde predominaba el gusto por la música bailable que derivaba de ritmos cultivados por la raza negra.
En los últimos tiempos se evidencia un auge de géneros como el reguetón, en la preferencia de los bailadores en la Isla. Esa versión de reguetón llamada “cubatón” ha traspasado las separaciones impuestas entre Cuba y los Estados Unidos con relativa inmediatez, a través de la presencia sistemática de grupos que cultivan el género en ciudades como Miami, y su difusión en la radio y clubes nocturnos locales con progresiva normalización. ¿Cuál es la influencia de la timba en el llamado cubatón?
MS: Toda la influencia. Como mencionaba antes, el reguetón cubano tiene una sonoridad única en el mercado, precisamente por la mezcla con la timba. Los cultivadores de este género en Cuba han sabido rehacerlo de una manera propia y es por eso que los cubanos se sienten altamente identificados con el mismo, a pesar de que nació en Panamá y más tarde fue comercializado a gran escala por los puertorriqueños.
A partir del auge de la timba en Cuba se evidencia una progresiva visibilidad de cantantes y músicos mujeres en la música popular cubana. ¿Cuál es en tu opinión el lugar de la mujer en la escena de la timba, ya sea como músico, en las letras o como parte de la audiencia?
MS: Aunque la timba es un género mayormente tocado por hombres, ha habido mujeres que han salido también a defender y representarlo, de las cuales me siento parte orgullosamente. Ha habido grandes vocalistas, como Vannia Borges, Haila Mompie, Ayme Nuviola, Jeny Valdes, entre otras. En el gran boom de la timba a mediados de los noventa empezaron a surgir agrupaciones timberas de mujeres como PG, además de las legendarias Anacaonas, que renovaron sus músicos y comenzaron a hacer sus arreglos más acorde con el fenómeno musical llamado “Timba”. Con respecto a las letras, creo que reflejan una realidad social inherente a la cultura cubana moderna. Es un extraño proceso donde me atrevería a decir que muchas mujeres se sienten “halagadas”, contrariamente a lo que el sentido común pudiera concluir de estas letras. Al interpretar el vocabulario de la calle y conocer su verdadero significado, siento que muchas mujeres estarían muy lejos de sentirse ofendidas. No quiero defender la falta de creatividad en las letras, creo que se puede hacer mucho más, pero definitivamente ha sido buena comidilla para los detractores del género que, además, casi nunca hablan de grupos timberos que tienen mucho más nivel en sus líricas, o donde sencillamente la mujer no es necesariamente el tema principal de las canciones.
¿Qué opinasde la acogida de este género en Estados Unidos y Europa?
MS: La timba es un género rico desde dos puntos de vista, el bailable y el musical. Unido a esto, la falta de difusión en EEUU ha conspirado altamente en su contra y le deja un gran espacio a las personas que sostienen la teoría de que “es demasiado complicado” o “es un género solo para cubanos”. La experiencia europea lo desmiente totalmente. Dependerá de la generación timbera, que además coincide con una generación con alto nivel musical y de información, que prosiga la educación a las audiencias sobre el género. Quiero darle las gracias a los músicos y DJs cubanos que se siguen atreviendo y a los no cubanos que le han dado su apoyo. Saludos desde Texas y que viva la música cubana.
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